El cambio demográfico en Puerto Rico: transformando desafíos en oportunidades
Ciertamente, el cambio demográfico en Puerto Rico presenta una serie de desafíos para muchas instituciones. Los cambios demográficos pueden causar una disminución de la fuerza laboral, un desequilibrio en la estructura de edad y una carga financiera creciente en los sistemas de seguridad social. Además, una reducción abrupta o drástica de la población podría tener efectos negativos en la economía, como la disminución del consumo y la demanda interna. Al mirar las tendencias demográficas en Puerto Rico, cualquiera se alarma.
Como he escrito en el pasado en este blog, este tipo de problema complejo y adaptativo no podrá ser atendido con acercamientos ni soluciones simplistas, se requiere contar con una sociedad educada en destrezas o habilidades ancladas en la ejecución estratégica, la colaboración y el pensamiento sistémico que le pueda meter mano. Sin esta zapata, cualquier adelanto o impacto positivo que logre un sector podría ser cancelado o reducido por otro sector. Esta es la realidad del mundo altamente interconectado e interdependiente del siglo XXI que lamentablemente pocas personas y organizaciones han logrado comprender y capitalizar, y que a pesar de las buenas intenciones de lograr cambios, no se alcanza un impacto positivo sostenible.
Por otro lado, algo que me he estado preguntando por varios años es si el cambio demográfico presenta nuevas oportunidades para Puerto Rico que en el pasado no teníamos conocimiento o visibilidad. He escuchado y leído que la reducción poblacional o los cambios demográficos pueden ofrecer beneficios a un país, como la disminución de la presión sobre los recursos naturales, una mayor inversión en capital humano, menos competencia laboral, un mayor desarrollo económico y una menor presión sobre los servicios públicos. Una población más pequeña podría permitir una gestión más sostenible de los recursos y una mejora en la calidad de vida mediante la inversión en educación y atención médica. Además, podría generar una mayor demanda de trabajadores, lo que conduce a salarios más altos. Los cambios demográficos también influyen en la estructura económica, como una mayor demanda de servicios de atención médica en una población envejecida. Sin embargo, como indiqué al principio, hay que considerar los desafíos que podría presentar ese desequilibrio en la estructura de edad. Una aproximación equilibrada y planificada es esencial para aprovechar los beneficios y enfrentar los desafíos de los cambios demográficos.
Durante la reciente visita a Puerto Rico de Jonathan Ortmans, fundador y presidente del Global Entrepreneurship Network, se obtuvo confirmación de la existencia de otras perspectivas en relación a este asunto. Durante dos de las reuniones a las que asistí, Ortmans señaló que la reducción poblacional en Puerto Rico podría brindarnos la oportunidad de agilizar transformaciones y fomentar una sociedad con una cultura más abierta al cambio, donde este pueda ser aceptado con mayor rapidez. Ortmans destacó que esta situación podría incentivar la construcción de una sociedad inclusiva y acogedora, donde todos sus ciudadanos y miembros se sientan seguros, respetados y cómodos siendo ellos mismos y expresando todas las dimensiones de sus identidades. Estas observaciones fueron presentadas por una persona con una perspectiva global y conocimiento sobre cómo distintas sociedades, sin importar su tamaño, han enfrentado este tipo de desafío.
Para el sector de educación, son evidentes los retos, si la mirada está puesta exclusivamente en el reducido mercado de Puerto Rico. En el caso de la Universidad de Puerto Rico (UPR), este tema de cambio demográfico ha comenzado a tomar mayor atención por toda su gobernanza, lo que es positivo. Mi esperanza es que la comunidad universitaria de la UPR, la cual pertenezco, vea este proceso dinámico como una oportunidad de transformación e innovación académica y administrativa.
De la UPR contar con un modelo financiero justo y transparente (la cual lamentablemente no tiene en estos momentos, lea capítulo 8 en mi propuesta sobre este tema), la reducción de estudiantes podría incentivar la participación de los docentes en actividades creativas como también darle espacio para contribuir de otras maneras, no tan solo a la institución, pero también a la sociedad en general, con arreglos que todas las partes se beneficien. Con una menor carga docente, los profesores tendrán más tiempo y energía para dedicarse a la investigación y contribuir al desarrollo económico. Además, la universidad puede asignar más recursos financieros y materiales para respaldar la investigación y la creación. Inclusive, al tener menos estudiantes, los docentes pueden brindar una educación más personalizada y de mayor calidad. Recalco nuevamente, que para sostener estos ajustes en la carga docente, se requiere un modelo financiero distinto al que tenemos hoy día.
En conclusión, el cambio demográfico en Puerto Rico plantea tanto desafíos como oportunidades para diversas instituciones. Los desafíos incluyen la disminución de la fuerza laboral, el desequilibrio en la estructura de edad y la carga financiera en los sistemas de seguridad social. Sin embargo, es importante abordar estos desafíos con una mentalidad estratégica, colaborativa y sistémica para lograr un impacto positivo sostenible. Por otro lado, el cambio demográfico también puede abrir nuevas oportunidades, como una gestión más sostenible de los recursos, una mayor inversión en capital humano, un mayor desarrollo económico y una mejora en la calidad de vida. Además, la reducción de estudiantes en instituciones educativas como la Universidad de Puerto Rico puede fomentar la innovación académica y administrativa, brindando a los docentes más tiempo y recursos para la investigación y una educación más personalizada. Enfrentar estos cambios demográficos de manera equilibrada y planificada permitirá aprovechar al máximo los beneficios y superar los desafíos que se presenten.