¿Cómo se operacionaliza mi propuesta como candidato a la presidencia de la UPR?

Para ser exitoso en cualquier gestión de transformación de la Universidad de Puerto Rico (UPR) se requiere cultivar un pensamiento sistémico, lo que nos invita a repensar nuestra manera de trabajar a una más colaborativa, con unas destrezas de liderazgo ágil y firme, que conozca cómo navegar en ambientes descentralizados o dispersos pero interconectados como lo es nuestro sistema universitario. Dentro de mi estilo de liderazgo distribuido, no se requiere contar con todos los recursos de manera centralizada para ejecutar mi plan de trabajo propuesto como candidato a la presidencia de la UPR. Aquí será crucial e importante tener total visibilidad de las fortalezas y los activos que posee el sistema universitario y lograr conectarlos para crear nuevas oportunidades o para integrarlos en la ejecución de algunas de las actividades que se definan en el plan. Afortunadamente, ya se inició la elaboración de un Mapa de Activos de la UPR gracias a una subvención que obtuve por parte de la Administración de Desarrollo Económico de los Estados Unidos (EDA, por sus siglas en inglés), lo cual permite conocer cuales son los recursos y activos con los que cuenta la UPR y dónde se ubican.

Ciertamente, de primera vista, parece complejo lograr ejecutar todos los objetivos e iniciativas presentadas en mi propuesta como candidato a presidente de la UPR. Incluso, la misma se fortalecerá gracias a las recomendaciones y la experiencia adquirida durante este proceso de entrevistas que comenzó el 17 de enero. Además, he tenido la oportunidad de dialogar y compartir impresiones con presidentes, vicepresidentes, provosts y administradores universitarios de otras instituciones académicas que han coincidido con mi propuesta y la han considerado necesaria y muy en sintonía con la comunidad universitaria de la UPR, como de otras comunidades y organizaciones que se conectan a la vida universitaria. Estoy confiado que la visión e iniciativas de mi propuesta van a la médula, a las raíces, de lo que podrá transformar nuestra Universidad y que su estructura operacional propuesta es viable. 

El proceso de operacionalización (convertir mi propuesta en un plan de trabajo) utilizará el andamiaje ya diseñado e implementado por mi equipo de trabajo en la Vicepresidencia en Asuntos Académicos e Investigación (VPAAI) para la confección del nuevo Plan Estratégico de la Universidad de Puerto Rico (UPR) que comenzará en enero del 2023. El proceso de confección del Plan Estratégico cuenta con un Comité Timón que también tiene como función  establecer la dirección y la coordinación adecuada para confeccionar el plan de trabajo (plan operacional). El capítulo 11 presenta una línea de tiempo preliminar que estaré dialogando con la Junta de Gobierno para refinarlo e integrar otros elementos. 

Como es de conocimiento por expertos en planificación y gerencia de proyectos, para operacionalizar cualquier propuesta, hay que crear el marco organizacional, normativo y presupuestario adecuado que lo viabilice.  En primer lugar, aseguraré que la propuesta (sus enfoques estratégicos y los fundamentos) se integre al nuevo Plan Estratégico de la UPR y aproveche las herramientas a su disposición. Algunos de los planes atados al Plan Estratégico, tales como el de Tecnología e Informática, de Gerencia de la Propiedad Inmueble, de Evaluación Periódica del Personal Gerencial y de Clasificación y Retribución del Personal No Docente, ya están en desarrollo o bajo la coordinación de la VPAAI y de estar en la Presidencia podré asegurar su continuidad. 

En segundo lugar, se requiere una estrategia de gobernanza y toma de decisiones desde la base. Hemos apostado a un modelo de diálogo y colaboración organizado en grupos de trabajo por áreas temáticas o funcionales con representación de todos los recintos y las unidades. En el capítulo 2 de mi propuesta expliqué las herramientas y las metodologías necesarias para lograr este objetivo, y también evidencié mi capacidad en lograr estas implementaciones en una de las entradas en mi blog. De igual forma, se requiere de una organización menos burocrática, más horizontal, descentralizada y distribuida, que redefine el rol de la Administración Central y el concepto de autonomía universitaria. Al ser seleccionado como presidente, para finales del 2022 estaré sometiendo a la Junta de Gobierno un nuevo organigrama para la Administración Central producto del análisis en curso por la VPAAI, de las propuestas que emergen de las mesas de diálogo, del tipo de liderazgo que describo más adelante que le puede dar mayor valor al sistema y ciertamente que pueda responsablemente gerenciar la implementación del Plan Estratégico. 

En tercer lugar, debe existir un sistema de avalúo del alcance de la nueva visión universitaria y toda decisión a tomarse sin importar a qué nivel debe estar alineada a esa visión y estrategias compartidas. En cuarto lugar, las normativas deben reflejar los cambios en visión y paradigma. Por ejemplo, junto a mi equipo de trabajo en la VPAAI hemos comenzado con la Política de Firmas y Endosos Electrónicos y el Reglamento de Administración de Documentos; pero existen otras que contribuirán a construir la visión. Finalmente, el modelo presupuestario debe reflejar las prioridades estratégicas y basado en incentivos (capítulo 8 de la propuesta).

Tal como he indicado en este proceso de entrevistas por las unidades y finalmente en la Junta de Gobierno, las estructuras jerárquicas y verticales pueden ser útiles para resolver problemas técnicos y para manejar asuntos de rutina, pero no son efectivas para estos grandes retos, complejos y adaptativos que confrontamos. Para ello, se tiene que generar un cambio en la forma en que se administra la universidad, adoptando nuevas formas de administración basadas en el liderazgo compartido, la colaboración y la eficiencia gerencial, entre otras. A través de mis años de experiencia he demostrado que cuento con la capacidad para lograr ejecutar este  estilo nuevo de administración y de liderazgo. Me siento cómodo y confiado trabajando en ambientes complejos y dinámicos como la UPR.

Todos estos planes serán presentados a la Junta de Gobierno para su insumo y aprobación. En la medida que las expectativas estén alineadas al inicio, mi gestión como presidente será más efectiva y la Universidad será exitosa. Esto es importante para darle continuidad a los procesos que ya se están revisando y a las iniciativas que están en curso y para crear estabilidad, confianza y un sentido de unidad de propósitos que es muy necesaria en estos momentos históricos que vive la Universidad y el país.

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