Diversificación de las fuentes de ingreso de la UPR

La Universidad de Puerto Rico (UPR) lleva varios años en una situación económica compleja y precaria por lo cual urge identificar diversas fuentes de ingreso. A nivel mundial, las universidades públicas y privadas enfrentan retos económicos producto de diferentes factores, incluyendo por ejemplo cambios demográficos. Al igual que en Puerto Rico, en Europa y en muchas partes de los Estados Unidos se perciben cambios en fuentes de ingresos, donde en vez de depender mayormente en las cantidades asignadas por el estado o sus gobiernos, se ha incrementado la cantidad que provienen de las cuotas y matrícula de los estudiantes. 

Globalmente, las universidades han recurrido a diversas herramientas o estrategias para allegar fondos. Estas incluyen ofrecer oportunidades para aprendizaje de por vida, adiestramientos corporativos, oferta de productos y servicios específicos de acuerdo con la demanda del mercado laboral, incremento y enfoque para allegar fondos externos (subvenciones, donativos), arrendamiento de infraestructura o espacios para fines comerciales, desarrollo de centros de innovación y otras colaboraciones estratégicas. 

Los programas académicos cortos dirigidos a atender las demandas de la fuerza laboral son una de las alternativas que está ganando tracción para incrementar la diversidad de fondos de ingresos. Lo mismo sucede con las credenciales digitales que pueden ser acumulativas hacia la obtención de un grado universitario. Otras alternativas incluyen incrementar el reclutamiento de estudiantes a nivel internacional y diversificar fuentes de ingreso mediante ofertas de educación en línea, sin embargo, estas prácticas son altamente competitivas a nivel global como uno de los resultados de la pandemia causada por el COVID-19.

Retener el personal de la Universidad garantiza la calidad del ofrecimiento académico y servicio. A su vez, incrementa las oportunidades de crecimiento y diversificación de ingresos al no estar escasos de mano de obra para la carga adicional que se requiere para implementar nuevas estrategias. Esto significa que la reducción de personal en las Universidades no es visto como una estrategia para ahorrar fondos ya que es contraproducente para atraer fondos. 

En la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos, las universidades han identificado retos que varían desde políticas que regulan excesivamente la operación de la institución y adaptación lenta de la oferta académica a la demanda del mercado laboral hasta la falta de agilidad para atemperarse a cambios oportunos. La UPR se encuentra en desventaja al estar rezagada en muchas áreas, pero particularmente, ante la falta de digitalización de sus operaciones administrativas. Sobre este factor recae su capacidad de desarrollar su agilidad. Esto incide directamente sobre los servicios que se ofrecen e incluso, impacta negativamente los esfuerzos de filantropía que requieren de años de estrategia para poder obtener resultados significativos. 

Tomando esto con consideración, ¿Qué acciones se pueden tomar en la UPR para allegar fuentes de ingresos adicionales? Principalmente tiene que mejorar y resaltar su reputación y enfocarse en lo que la distingue de otras, lo cual incrementa su competitividad en los programas en línea y cursos cortos al igual que la matrícula de estudiantes no tradicionales. La capacidad de la institución a responder a cambios en el mercado laboral de manera ágil resulta imperativa. 

Como menciono en mi propuesta como aspirante a la Presidencia de la UPR, algunas de las opciones para diversificar y fortalecer las fuentes de ingreso incluyen:

  • internacionalización de la UPR,

  • ampliar el acceso a estudiantes no tradicionales,

  • desarrollar y fortalecer las iniciativas de filantropía,

  • impulsar una cultura de emprendimiento a través de toda la universidad,

  • expandir los servicios que provee la universidad como fuente de ingreso,

  • apoyo de fondos del gobierno local y federal que reflejen el valor de nuestra universidad.

En nuestra comunidad universitaria no hay escasez de ideas y de deseos de ver a la universidad alcanzando su potencial. Tenemos la capacidad de crear nuevas estrategias que atiendan nuestras necesidades y se basen en nuestras fortalezas.

Previous
Previous

Propiedad intelectual de la UPR: aportando a la economía del conocimiento

Next
Next

Una cultura de innovación para la UPR