Hacia nuevos horizontes

Felicito al Dr. Luis A. Ferrao Delgado por su designación como próximo presidente en propiedad de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Le deseo mucha salud y sabiduría ante los grandes retos y oportunidades que tenemos de frente. 

Igualmente, mis mejores deseos a la Dra. Alexandra Medina Borja y al Dr. Carlos Andújar Rojas en sus planes futuros. Ha sido un placer poder compartir con ustedes durante este proceso. 

El pasado 17 de enero sometí ante la comunidad universitaria una propuesta única, comprensiva y abarcadora que marcaría una nueva oportunidad para darle continuidad a la pertinencia y valor que tiene nuestra institución para el país. De igual forma, en dicha propuesta se encontraban los elementos de transformación administrativa y académica que la universidad merecía. Una propuesta de transformación transparente y que partiera de la misma comunidad universitaria.  

Durante estos meses he estado compartiendo con el pueblo de Puerto Rico mi propuesta a través de columnas, intervenciones en radio y televisión, mensajes en mis redes sociales y entrevistas con distintos periódicos. En cada momento y oportunidad que tuve enfoqué mi mensaje, más allá de mi aspiración a la presidencia, a la importancia de la UPR para nuestro desarrollo socioeconómico.

Seleccioné como representación de nuestra propuesta el árbol de la Ceiba. Un árbol que tiene una importancia simbólica particular en nuestro país y en nuestra cultura. Como mencioné en muchos de los foros, lo más importante de ese árbol, al igual que la propuesta, eran las raíces.  Las raíces son el fundamento desde el cual se trazaría el camino de la UPR para enfrentar los retos que tenemos hoy en día y a los cuáles nos estaremos enfrentando en el futuro.

Esas raíces, ese fundamento, siempre fueron para mí la comunidad universitaria.  Siempre he creído que, desde sus diferencias y diversidades, los miembros de la comunidad universitaria tienen el saber, la experiencia y el poder para trazar la nueva ruta que debe seguir la UPR y así volverle a dar valor al trabajo que realizamos día a día para Puerto Rico y para el mundo. 

En el reconocimiento de ese fundamento desarrollamos un modelo de cambio institucional anclado en el diálogo, la colaboración, la inclusión, la transparencia y la participación de los miembros de la comunidad universitaria. Ese modelo lo pusimos en práctica con muy buenos resultados en la Vicepresidencia en Asuntos Académicos e Investigación, a través de grupos de trabajos diversos, encuentros académicos, webinars, entre otros.  Nuestra esperanza, mirando hacia la Presidencia, era poder convertir ese modelo no sólo en una oportunidad de transformación sino también en un modelo de trabajo para una nueva cultura organizacional en la UPR. 

Ese valor que le tengo y le tendré a mi universidad se materializó en el estilo de trabajo que lideré en mis años como Vicepresidente Ejecutivo. La Vicepresidencia en Asuntos Académicos e Investigación no tan solo desarrolló grandes proyectos de impacto para la UPR, también se convirtió en un organismo ágil, eficiente, digital, que brindaba respuestas inmediatas a mensajes, correos electrónicos, peticiones y solicitudes que vinieran de la comunidad universitaria. Todo esto lo realicé desde el entendido de que la Administración Central se debe a la comunidad universitaria y no la comunidad universitaria a la Administración Central.  De igual forma, en mis diversas presentaciones como candidato, decidí dar ejemplo de esa nueva cultura y ese nuevo carácter universitario. A toda presentación o entrevista siempre fui solo y sin promesas hechas a nadie.  Me acompañan mi propuesta y la comunidad que creía en ella.  

Son a esas raíces, a ese fundamento, a esa comunidad de la UPR a quien tengo que agradecerle el que me hayan favorecido como uno de los candidatos principales para la Presidencia de esta institución.  Los distintos comités de búsqueda y consulta así lo constataron y reconocieron.  Cada uno de esos comités realizó un trabajo serio, arduo y extenso.  A ellos mi más profundo agradecimiento por reconocer el valor de mi trabajo y mi estilo de liderazgo.  De igual forma a los Senados Académicos que participaron del proceso y también me seleccionaron como uno de los principales candidatos.  Siempre supe que en ustedes, comunidad universitaria, hay un saber y un valor que hay que enaltecer.  

Por mi parte, mis planes inmediatos son regresar a mi cátedra y a mis proyectos de investigación en el Recinto Universitario de Mayagüez a partir del 1 de julio, sabiendo que dejé una huella de transformación en mis años como Vicepresidente y que también le brindé a la comunidad universitaria una nueva oportunidad para la UPR.  

Agradezco a todas las personas que me escribieron con palabras de apoyo, que me enviaron comentarios para mejorar la propuesta, que me invitaron a foros y actividades y que enriquecieron mi vida con tertulias, muchas veces enfocadas en ese horizonte que queremos construir juntos. 

Quedo agradecido de mi equipo de trabajo, de todos los que me acompañaron durante estos años, siempre poniendo a nuestra universidad primero.  Con esto culmina una de las etapas profesionales más gratificantes de mi vida. Al finalizar estos años de servicio salgo más fortalecido como persona y como profesional.

¡Muchas gracias!

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