La comunidad universitaria pregunta

El pasado 17 de enero de 2022 hice público mi interés en aspirar a la presidencia de la Universidad de Puerto Rico (UPR). A través de las entrevistas, los diálogos y los foros en los cuales he participado se presentaron muchas preguntas que contesté en su momento, pero que deseo dejarlas por escrito para conocimiento de otras personas que no han seguido de cerca el proceso. Son preguntas que surgieron de las mismas entrevistas que me han realizado diversos sectores de la comunidad universitaria y que reflejan la riqueza y el valor de estos intercambios.  Deseo agradecer a todas las personas que me invitaron y me dieron la oportunidad de participar en estos encuentros. Igualmente, deseo agradecer a todos los que me han escrito con palabras de apoyo y buenos deseos durante todo este proceso. 

¿Qué puede lograr como Presidente que se diferencia de sus funciones como Vicepresidente?

En la UPR el rol del Presidente y de los Vicepresidentes está establecido según las certificaciones de la Junta de Gobierno. En el caso del Presidente se establece su autoridad en la Ley Universitaria, no así para los Vicepresidentes de la Universidad. 

Mi rol como Vicepresidente Ejecutivo (VPE) de Asuntos Académicos e Investigación se limita a asuntos relacionados a la experiencia académica y a las actividades de investigación e innovación, según la Certificación 129 (2018-2019) de la Junta de Gobierno. Entre los asuntos definidos por esta certificación, se pueden mencionar las siguientes responsabilidades:

  • Asistir al Presidente en la planificación de la gestión universitaria académica, creativa e investigativa, para el continuo desarrollo y cumplimiento de su misión y visión. 

  • Asesorar al Presidente sobre los adelantos en los métodos y sistemas educativos. 

  • Asesorar al Presidente sobre acuerdos de colaboración entre la UPR con otros centros de enseñanza en Puerto Rico y el extranjero. 

  • Asesorar al Presidente sobre las medidas y normas dirigidas al fortalecimiento de la labor académica. 

  • Liderar y coordinar iniciativas con todos los Decanos de Asuntos Académicos e Investigación de las unidades de la UPR. 

  • Promover y evaluar la investigación, creación y desarrollo de proyectos dirigidos a elaborar la estructura administrativa y gerencial.

  • Promover el desarrollo continuo de actividades conducentes al enriquecimiento de la comunidad académica.

Como VPE he desarrollado proyectos, iniciativas y estrategias que se han implementado a través del sistema. En este enlace se pueden observar los informes de logros de la Vicepresidencia en Asuntos Académicos e Investigación (VPAAI) bajo mi liderazgo (años académicos 2019-2020 y 2020-2021):  https://www.upr.edu/planes-de-transformacion-institucional/informes-anuales-de-logros-vpaai/  

Mi rol como VPE en estos años me ha dado una oportunidad la cual me ha permitido tener un espacio donde ir desarrollando proyectos pilotos para trabajar con asuntos o problemas que enfrenta la comunidad universitaria. Por otro lado, he desarrollado proyectos pilotos para trabajar con distintos asuntos o problemas de la comunidad universitaria, como por ejemplo el desarrollo de un currículo común y programas conjuntos. Estas iniciativas buscan promover la agilidad de los procesos existentes y proveer a los estudiantes más alternativas de estudio sin tener que irse a estudiar fuera de nuestro sistema. 

Además, desde la VPAAI he realizado recomendaciones a Presidencia sobre otros asuntos, muchos de los cuales han terminado en la creación y/o revisión de políticas, tales como:

  • Política Institucional sobre Firmas Digitales, Firmas Electrónicas y Transacciones Electrónicas de la Universidad de Puerto Rico 

  • Política de Evaluación Periódica de Programas Académicos, 

  • Política de “Leave of Absence”, 

  • Política de Venta de Libros, Manuales o Módulos Impresos o Digitales y 

  • Política de Segundos Bachilleratos, Segundas Concentraciones o Especialidades, Concentraciones Menores y Certificaciones Profesionales en la UPR.

También como VPE he liderado estudios para conocer y analizar una variedad de situaciones que llegan a la VPAAI a través de los más de 20 grupos de trabajo que cuentan con representación de las once unidades y recintos. Algunos de estos han sido sobre la experiencia de la facultad con asuntos relacionados a la investigación, la percepción de los estudiantes sobre los servicios que reciben y sobre los factores que inciden en que los estudiantes permanezcan estudiando en la UPR, entre otros. 

Otro de los proyectos que he podido desarrollar cumpliendo con mi rol como VPE es el de las mesas de diálogo y los encuentros académicos que nos ha ayudado a hilvanar una serie de estrategias y proyectos para incentivar cambios en la institución. Este proyecto se ha trabajado en conjunto con el Centro de Diálogo Sostenido de la UPR en Humacao.  

Por otro lado y dado que como VPE no cuento con la autoridad en ley para instruir a los rectores, mi rol se ha enfocado en facilitar, coordinar y proveer el apoyo a los planes de trabajo de cada recinto y unidad. Es importante aclarar que muchos de estos proyectos o iniciativas requieren la autoridad que le confiere la ley a la presidencia para poder ser implementados cuando así sea necesario. Es por lo cual, servir a la Universidad como Presidente me otorgaría mayor alcance y autoridad al que tengo como VPE actualmente. 

Mi presidencia comenzará firme con una propuesta abarcadora que tiene sus raíces en el conocimiento, la experiencia, el compromiso y la creencia de que juntos podemos transformar la UPR. Además parte de un reconocimiento sincero de que los grandes cambios institucionales toman tiempo y no los logra una persona sola, pero que a través de la colaboración efectiva como comunidad podemos acelerarlos. Estableceré como principios de mi administración:

  • el respeto y la visibilidad de las diversidades y

  • la inclusión de las experiencias y las necesidades de toda la comunidad. 

Finalmente, propongo como meta posicionarnos como una universidad de innovación y de prosperidad económica para toda la región, una distinción que otorga la Association of Public and Land-Grant Universities (APLU) de la cual somos parte.

¿Qué puede lograr en términos del presupuesto de la Universidad como Presidente que no pudo lograr como Vicepresidente?

Como VPE no tengo injerencia sobre asuntos presupuestarios del sistema o de presupuesto de los recintos y unidades. Sin embargo, he tenido la oportunidad de dar recomendaciones en cuanto a su modelo presupuestario tomando en consideración buenas prácticas que realizan otros sistemas universitarios. Algunas de estas recomendaciones sí han sido adoptadas, pero aún queda camino por recorrer que, de asumir la Presidencia, podré ejercer la autoridad para desarrollar un modelo presupuestario en plenitud según se desprende de mi propuesta. 

Es importante recalcar que el presupuesto depende de la autorización de la Junta de Gobierno y de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF). El proceso y las premisas actuales de la confección del presupuesto está establecida por la propia JSF concedida por la autoridad que le otorga la Ley PROMESA.  

Como parte de mi propuesta como aspirante a la Presidencia de la UPR está repensar el modelo presupuestario actual desde todas sus unidades con los expertos que tenemos en el sistema y trabajar con la JSF para poder contar con mayor autonomía en las partidas del presupuesto de gasto. 

¿Cómo se distingue su estilo y plan de trabajo de los Presidentes anteriores bajo los cuales ha fungido como Vicepresidente? 

Como es de conocimiento general, he fungido como Vicepresidente (de forma interina o en propiedad) bajo la Presidencia del Dr. Darell Hillman, del Dr. Jorge Haddock y de la Dra. Mayra Olavarría. Todos han tenido su estilo y puntos de vista propios y enfrentaron situaciones distintas. Como persona, académico y científico tengo mis ideas y estilo definido. Por lo cual, cuando he tenido que expresar mis visiones e ideas distintas a las de ellos, lo he realizado de forma respetuosa y contundentemente, siguiendo los canales correspondientes y cumpliendo con la gobernanza universitaria. 

Es claro que las personas que han ocupado la Presidencia estos pasados años provienen de generaciones y experiencias distintas, por lo cual tenemos visiones diferentes en temas gerenciales, fiscales, administración de los recursos humanos, académicos, rol de la universidad (particularmente en el componente de servicio) y el acercamiento que debe existir con los rectores y la comunidad universitaria. 

Mi estilo ha sido uno de escucha, apertura y honestidad. Así seguirá siendo porque es parte de mi personalidad y son los valores que promuevo como ser humano.  Durante el tiempo que he estado como Vicepresidente he demostrado ese estilo y muchos miembros de la comunidad se han acercado para agradecerme ese estilo de trabajo. He liderado un grupo de trabajo en la VPAAI conformado por miembros de la comunidad universitaria y mi estilo de trabajo en la oficina es de colaboración, respeto y diálogo. Por otro lado, practico y enseño a otros a cultivar un liderazgo distribuido, que es esencial para enfrentar los retos que presento en mi propuesta. Esos valores son, a mi modo de ver, los que también debe tener un presidente. Es por eso que mi enfoque es uno orientado al diálogo contínuo con la comunidad universitaria. Así también lo he demostrado, estableciendo grupos de trabajos sistémicos para repensar el proceso de toma de decisiones y llegar a posibles soluciones de los asuntos que afectan nuestro sistema. 

Mi propuesta de trabajo como Presidente de la Universidad de Puerto Rico va dirigida a fortalecer sus fundamentos o cimientos, la cual he identificado y descrito en los capítulos de mi propuesta. La del Dr. Haddock, por ejemplo, estaba alineada a los primeros planes fiscales aprobados por la JSF. Además, el contexto de su plan de trabajo como el concepto de pilares y estrategias, fueron establecidas con la encomienda de la Junta de Gobierno cuando fue seleccionado. En cambio, mi propuesta está creada tomando como base mis experiencias como docente y VPE, mis diálogos con los grupos de trabajo y los comités adscritos a la VPAAI, las reuniones de la Junta Universitaria, los estudios que se han realizado desde la VPAAI y por otras organizaciones, entre muchos otros.  Mi propuesta visibiliza los fundamentos o las raíces que pueden sostener cualquier visión estratégica, agenda de transformación o cambios institucionales que mantengan la UPR pertinente. 

¿Cómo ayudará a desarrollar la sustentabilidad de todos los recintos y unidades del sistema universitario?

Primero que todo, es crucial expresar que todas las unidades son pertinentes a sus regiones e importantes para el país. Fueron creadas para apoyar la misión de la Universidad de proveer accesibilidad a la educación superior alrededor de la isla.

Cerrar recintos, contrario a lo que muchas personas piensan, no redunda en ahorros y limita la accesibilidad a una educación de calidad en todas las regiones del país, por lo cual no es una alternativa que contemplo. Los gastos de nómina son significativos y cerrar una unidad para generar ahorros representa despido de empleados, lo cual no es algo que beneficia a la UPR por limitar su capacidad de generar servicios y ampliar los mismos a la comunidad. 

Creo firmemente en que la sustentabilidad se puede lograr creando una mayor colaboración sistémica, que nos permita conectar los importantes y numerosos activos y recursos que tenemos distribuidos en el sistema y crear nuevas oportunidades. La pertinencia y la relevancia de una unidad o un recinto del sistema dependerá de su continua evaluación del valor que le provee a la sociedad, y eso se logra fortaleciendo su cultura de avalúo. Estos temas se presentan en mi propuesta bajo cultura orientada a resultados. 

Por otro lado, las premisas del nuevo modelo presupuestario que presento en mi propuesta va encaminado a darle los incentivos a toda la comunidad universitaria a repensar sus prácticas, oferta académica y servicios para lograr atraer fondos nuevos. Esto va de la mano a redefinir la proposición de valor de la Administración Central basado en un entendimiento claro y consistente sobre autonomía, responsabilidad y gobernanza. Este entendimiento claro y consistente se logra dentro del diálogo abierto y franco que estaré teniendo con la comunidad universitaria de ser seleccionado Presidente. La misión y propósito principal de la Administración Central debe estar al servicio y apoyo a las unidades y recintos para que, como equipo, logremos fortalecer nuestro sistema. 

¿Cuáles son sus propuestas para atender el problema de agilidad en los procesos administrativos?

El problema de falta de agilidad en los procesos administrativos es uno que nos aqueja desde hace años. Esto se agrava con la disminución de personal no docente en el sistema y con la ausencia de una revisión adecuada de procesos y reglamentaciones que no añaden valor y, por el contrario, obstaculizan el poder lograr procesos académicos de excelencia. Desde la VPAAI y bajo mi liderazgo, hemos promovido la digitalización y el uso de la tecnología para mover los procesos administrativos y se creó la Política Institucional sobre Firmas Digitales, Firmas Electrónicas y Transacciones Electrónicas de la Universidad de Puerto Rico (Certificación Núm. 10, 2021-2022). 

Además, se han realizado enmiendas a políticas existentes tales como las siguientes:

  1. Enmienda a la Certificación Núm. 43, 2019-2020, Política Institucional sobre Movimiento de Estudiantes entre Unidades de la UPR (26 de octubre de 2020). Ahora Política Institucional sobre Movimiento de Estudiantes entre Unidades de la UPR (Certificación Núm. 63, 2020-2021)

  2. Enmienda, Certificación Núm. 64, 2018-2019, Reglamento para la Creación de Programas Académicos Nuevos de la UPR (Certificación Núm. 32, 2020-2021)

  3. Enmienda a la Certificación Núm. 42, Guía para la Creación Uniforme y el Registro de Cursos en la UPR (Certificación Núm. 33, 2020-2021)

Recientemente, se han ofrecido recomendaciones a Presidencia para enmendar las guías que establecen los procesos para conceder permisos especiales a los estudiantes que deseen tomar cursos en otros recintos y unidades del sistema. De la misma forma, se han presentado alternativas de cómo trabajar más ágilmente con la movilidad docente. Todo esto ha sido resultado del avalúo que nos lleva al mejoramiento continuo y a la planificación basada en datos. 

Lograr agilidad administrativa requiere varios componentes. En primer lugar, hay que proveerle a los empleados administrativos las herramientas necesarias para realizar sus funciones de forma eficaz, efectiva y eficiente. Esas herramientas incluyen tecnología mediante la aplicación de mejores prácticas cuyo impacto ha sido evidenciado, digitalización o automatización de procesos o transacciones, según se desprenda de la evaluación de procesos que sea necesario, para así liberar su tiempo para realizar aquellas destrezas que indudablemente requieren de su conocimiento y experiencia.  En segundo lugar, requiere de un plan de reclutamiento, desarrollo, retención y sucesión no docente.  Esto debe incluir adiestramiento continuo para cumplir a cabalidad con sus funciones, alcanzar las metas de servicio necesarias; y estrategias concretas para reclutar personal en áreas críticas en que ocurren retiros y establecer procesos de transición para preservar la memoria institucional.  

¿Cuál es su postura ante el Proyecto de Reforma Universitaria ante la situación actual de la Universidad?

Reconozco que la situación actual de la Universidad requiere de una reforma que establezca los mecanismos y la autonomía para que la propia Universidad pueda continuar mejorando. La Ley Universitaria no ha sido revisada en su totalidad desde hace más de 40 años. Es por esto que reconozco el trabajo iniciado por sectores de la Junta Universitaria y que con mucho esfuerzo y valentía acogió y gestó la Comisión Multisectorial para la Reforma Universitaria de la UPR que fue quien estableció una propuesta de cambio. 

El capítulo 9 de mi propuesta como presidente se titula “Cambios a la Ley Universitaria”. En este capítulo expresé que estoy de acuerdo con las problemáticas que quiere atender el proyecto sometido de reforma universitaria. Sin embargo, he expresado que la mayoría de los planteamientos que se esbozaron en el Proyecto del Senado 172 se pueden atender por el momento internamente para agilizar el proceso y, a su vez, salvaguardar la autonomía universitaria. 

Hay unas áreas que requieren estudiarse y analizarse más profundamente a la luz de los estándares y requisitos de afiliación de la Middle States Commission on Higher Education (MSCHE). También los temas que tienen que ver con la agilidad administrativa tan necesaria en la UPR y otros asuntos que se han levantado por distintos sectores de la comunidad universitaria y la comunidad en general. 

Se necesita continuar dialogando y analizando esas áreas de diferencia pero también propongo darle paso y atención a aquellas en las que hay alineamientos. Esto se puede realizar a través de nuestros procesos internos de gobernanza o en el caso que fuese necesario y que cuente con el apoyo de la Junta de Gobierno consignarlos como propuestas para cambios a la Ley Universitaria. 

¿Cuáles son sus propuestas para atender los reclamos de los estudiantes en las manifestaciones estudiantiles? 

Cuando uno escucha atentamente los reclamos del sector estudiantil podemos darnos cuenta que, más allá de una propuesta particular hay una aspiración y un deseo de una universidad distinta, de excelencia, con procesos diferentes a los que hay ahora y que fortalezcan el servicio estudiantil y la calidad de vida académica.  Por eso, siempre tenemos que apostar al diálogo sostenido que nos permita crear confianza entre sectores que a veces tienen posturas que, en la mayoría de los casos, aparentan no ser reconciliables. En la medida que esos espacios se den y se mantengan con total transparencia y desprendimiento, utilizando siempre información y datos precisos, se puede llegar a consenso. Esto nos ayudará a prevenir situaciones tales como manifestaciones que puedan detener las actividades de la comunidad universitaria.

Por otro lado, aún haciendo estos esfuerzos, mi responsabilidad como presidente será velar por el cumplimiento de la reglamentación universitaria y los mejores intereses de toda la comunidad universitaria. Los espacios constantes de diálogos con transparencia y apertura son las herramientas para evitar llegar a las manifestaciones que produzcan interrupciones a las labores. 

¿Qué hizo para evitar que RCM perdiera la acreditación de neurocirugía? ¿Cuánta responsabilidad recae sobre usted?

Como VPE mi deber es apoyar a los recintos y sus programas y trabajar en conjunto para tomar las acciones correspondientes. Una vez los programas reciben los informes de hallazgos de las agencias acreditadoras, estos deben informar al Decano de Asuntos Académicos inmediatamente. A su vez, es responsabilidad del Decano informar y solicitar el apoyo necesario a la VPAAI. El Recinto de Ciencias Médicas era responsable de notificar a la VPAAI el estatus de acreditación del programa y de los problemas señalados y esto no ocurrió (Certificación 45-2019-2020; ahora Certificación 55-2021-2022).

Para minimizar la posibilidad de que esto vuelva a ocurrir, establecimos un análisis trimestral del estatus de las acreditaciones de todos los programas acreditados a través del sistema. Esto se comenzó desde el primer trimestre del año fiscal 2021-2022 y continúa vigente hasta el momento. Estos informes trimestrales se analizan y se presentan a Presidencia con recomendaciones.

Como presidente, mi compromiso es asegurar el cumplimiento con la reglamentación vigente y continuar educando (dentro y fuera de la comunidad universitaria) sobre la importancia de los procesos de acreditación y los canales de comunicación para lograr atender los asuntos de manera responsable. Por otro lado, tal y como menciono en mi propuesta, una fuerte cultura de avalúo apoyará a las unidades a lograr la meta de mantener las acreditaciones al día.

¿Cuál es su rol actualmente en cuanto a las negociaciones con los gremios?

Como VPE no tengo injerencia en las negociaciones con los gremios. Esa autoridad la tiene solo el Presidente de la Universidad y utiliza un equipo de abogados expertos en procesos de negociación y personal de la oficina de recursos humanos. 

Por otro lado, en mi propuesta presento objetivos para fortalecer las condiciones laborales y la confianza con todos los agentes institucionales. Propongo integrar a los gremios a las mesas de diálogo, trabajar juntos en los planes de adiestramiento y retención del personal, entre otros. 

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